Residència Geriàtrica Bon Viure

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Disfagia en la enfermedad de Alzheimer

8 diciembre, 2014

La enfermedad de Alzheimer es una clase de demencia senil del tipo neuro-degenerativa que se manifiesta en el deterioro de las facultades cognitivas y en trastornos de la conducta.

A medida que la enfermedad avanza, comienzan a presentarse serias complicaciones en las capacidades fisiológicas. Una de las más usuales es la disfagia, término médico utilizado para describir la dificultad para la deglución ya sea por deficiencias en la preparación oral del bolo alimenticio o en la trasferencia del alimento desde la boca hasta el estómago.

Este trastorno en la capacidad de deglutir, puede darse tanto con alimentos líquidos como sólidos. Si el paciente no recibe la atención adecuada la disfagia conduce a problemas serios que pueden, incluso atentar contra su vida. Estas complicaciones se relacionan con la disminución de la eficacia y la seguridad de la deglución. Entre los riesgos más habituales, podemos mencionar: ahogos, infecciones respiratorias (por aspiraciones), desnutrición o deshidratación.

Debido a la seriedad de las consecuencias de la disfagia, es crucial su detección temprana. Algunas señales prematuras del inicio de este trastorno pueden ser: pérdida progresiva de peso, falta de interés o rechazo ante la comida, fiebre, infecciones bronquiales, tos al comer, salida de comida de la boca, dolor al tragar y falta de reflejos al deglutir.

Cuando la disfagia se presenta como consecuencia de la enfermedad de Alzheimer, es una condición que difícilmente pueda revertirse y lo más adecuado es tomar medidas tendientes a minimizar los riesgos de complicaciones no deseadas.

Existen algunas medidas que resultan efectivas para mejorar la calidad de vida de los pacientes con disfagia y minimizar los problemas derivados de esta dolencia. Entre ellas podemos mencionar: definir el grado de viscosidad más segura para la ingesta de líquidos, utilizar espesantes de calidad, introducir cambios en la dieta al incorporar alimentos de fácil masticación y modificar la postura del paciente en el momento de la alimentación.

En las residencias preparamos a nuestro personal especializado para brindar la atención y los cuidados que requieren las personas que presentan esta condición. Nuestros enfermeros y auxiliares cuentan con el conocimiento y la experiencia necesarios para asegurarles una adecuada alimentación e hidratación y evitar complicaciones no deseadas. Asimismo, trabajamos en conjunto para propiciar un ambiente relajado que facilite que el proceso de alimentación sea agradable y mejore la calidad de vida.

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